TALLER DE MÚSICA EXPERIMENTAL

Descripción de la Materia: Espacio de práctica de creación musical en torno a la ejecución, la improvisación y la composición colectiva, a partir de parámetros sonoros enmarcados fuera del sistema tradicional.
Se abordará la exploración técnica, mecánica y sonora del instrumento, así como lo referido a lo estructural y conceptual en la improvisación y composición colectiva. Se propiciarán contextos de práctica individual y grupal, análisis de técnicas extendidas, marcos históricos de la música popular y académica del siglo XX y XXI, y espacios de creación conjunta en formato de ensamble. 

Objetivos: Encontrar nuevas formas de comunicación con el instrumento a partir las prácticas impartidas en el curso. Construir un lenguaje propio y original a partir de nuevos vocabularios sonoros. Conocer el contexto histórico de la música experimental. Manejar herramientas digitales y analógicas para procesar instrumentos acústicos. Lograr las aptitudes necesarias para poder trabajar en el campo de la música experimental como solista y/o ensamble. Poder llevar adelante procesos creativos que dialoguen con otras disciplinas artísticas experimentales.

Taller creado por Pablo Díaz para la EMC de Buenos Aires.
https://www.escuelademusica.org/

1er Cuatrimestre 2024

PARTICIPANTES:
Juana Díaz Diotti – voz Wayra Salome Picazo – voz Mateo Hernández – guitarra Leia Oriana Jorgensen – guitarra electroacústica Juan Marco Acciarressi Elizalde – guitarra Manuel Menahem – guitarra Yoel Adrian Rojas Carbajal – percusión y composición 

Leia compuso una obra inspirada en un posible escenario de batalla. Los intérpretes determinaban sus roles tirando dados, lo que añadía un elemento de azar a la interpretación. La partitura consistía principalmente en instrucciones escritas, con un gráfico pequeño para una sección específica. El uso de este procedimiento aleatorio complementaba la composición, creando una estructura abierta y dinámica en la que el resultado variaba en cada ejecución.

Juan diseñó una pieza de duración específica que debía ejecutarse con un cronómetro. Cada sección, con una duración exacta de un minuto, solo podía interpretarse una vez. Los intérpretes podían comenzar en cualquier sección, pero todas debían ser tocadas. Cada una estaba basada en una emoción particular y acompañada por un gráfico que permitía una interpretación libre, agregando una dimensión visual a la obra.

Juana creó una pieza gráfica inspirada parcialmente en el tarot. Antes de comenzar la ejecución, lxs intérpretes debían sacar una carta, la cual servía como punto de partida o detonante de ideas para una sección específica de la composición. Este enfoque introducía un elemento simbólico y personal en la interpretación de la obra.
Manuel compuso una pieza que combina una frase escrita en cuatro idiomas, una indicación, un gráfico y una melodía que debía ser tocada de manera incorrecta. La partitura se organiza alrededor de un pentagrama con tres notas, múltiples símbolos e indicaciones y diferentes rutas que los intérpretes pueden seguir. Esta estructura abierta permite múltiples interpretaciones y variaciones, añadiendo un elemento de exploración al proceso de ejecución.

Mateo compuso una pieza basada en una secuencia de acordes acompañada de indicaciones dinámicas y de interpretación. Además, incluyó un gráfico en forma de línea temporal que mostraba cómo evolucionarían las intensidades a lo largo de la ejecución. Esta estructura clara ofrecía un marco preciso para la interpretación, mientras permitía cierta libertad en la elección del material utilizado.

Wayra utilizó un poema de su autoría como eje central para desarrollar su composición. Todo lo que ocurre antes y después de la lectura del poema en la ejecución de la pieza funciona como un preámbulo y un cierre, creando un marco sonoro que introduce y concluye la recitación del texto.

Yoel trabajó en un gráfico centrado en los conceptos de tiempo, medición y su transcurso. Dividió un círculo en varios eventos e indicaciones, y les indicó a los intérpretes que permanecieran dos minutos en cada sección antes de avanzar al siguiente, siguiendo el sentido de las agujas del reloj.

Grabado en la EMC de Buenos Aires, el día 8 de julio de 2024.
Grabación: Iñaqui Bordetas.
Edición y mezcla: Pablo Díaz